Galletas, con Azúcar y Algodón, curso directamente desde ESPAÑA... y ¡olé!
- Leidy Beltrán, Musu bs
- 13 feb 2019
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 24 ene 2021
Holaaa, bueno, primero quiero iniciar hablando sobre Verónica Castañon de Con Azúcar y Algodón una mujer que desde España lleva su pasión por las galletas y la decoración en Glass o "Glasa" -como dicen allá- por todo el mundo, un trabajo lleno de detalle, técnica, concentración, mangas, galletas, colores y mucho Glass. Fue una absoluta fortuna presenciar el trabajo de una artista como ella, y más aún aprender cada técnica y secreto que da como resultado una fantástica y deliciosa galleta -creanme que cuando digo "deliciosa" no se alcanzan a imaginar lo ricaaaaa que es, y ya saben que si quieren probar solo deben PEDIRLO AQUÍ y yo haré realidad su deseo-... (fin del espacio publicitario) jaja, bueno, ¡pues si! Cuando conocí por primera vez su trabajo -hace tiempo- me pareció bastante hermoso, original y muy funcional, eran obras de arte, pensé... una noria que realmente gira, un barco que tiene cosas en su interior, y más, todo hecho con galletas, glasa y pasión, sí, solo eso, eran piezas bellísimas y muy únicas, por algo es muy conocida y apetecida en el gremio. Fue gracias a la bella Lia, pastelera de Hada Lia Cakes que conocí el trabajo de Verónica, Lia la trajo a Colombia para que impartiera 3 días de curso en su taller ubicado al norte de Bogotá, definitivamente el universo y la vida me ponen personas que le suman a la mía y Lia ha sido ese ángel con delantal y globo que solo yo puedo tener.
The Sailor Bear - (La osa marinera)
¡Llego el día!!, debíamos estar a las 9am en Hada Lia Cakes pero claramente yo llegue a las menos 20, ninguna alumna había llegado, el salón de clase estaba hermoso, pulcro, ordenado, con unas sillas divinas y cada puesto tenia su caja de utensilios, su delantal, y claro, ¡galletas!. A las 9am en punto me puse el delantal y me hice en mi lugar, llegaron todas las alumnas y ¡que empieza la clase!!... conocer consistencias de Glasa, consejos importantes, apliques, para qué esto para qué lo otro, esto si, esto no, y ¡a pegar! sí, pegar galletas con el pegante o (glasa madre) ahí es donde uno empieza a temblar porque no quieres que se quiebre tu galleta, a la mas mínima fuerza, adiós. Después vino lo no tan sencillo para mi, (una amateur con glasa) rellenar, ¡CUIDADO! "no se puede avanzar mucho en el relleno porque se hunde o se seca y no puedes arreglarlo" -dijo Verónica- y claro, ¿soldado advertido?... pero yo estaba cerca a una ventana y oh sorpresa, mi glasa se secaba demasiado rápido y no me daba tiempo de arreglarla, bien, creía que era yo la que lo hacia mal, pero no tarde en darme cuenta y cerré la ventana... ok, ahora a pintar el barco, envejecerlo, darle un aspecto dramático pero delicado, a la osita rellenarle el vestido y hacerla felpudita, hacer las rosas y peonias que irán sobre el barco, ¿que tal ah? fue un día pesado, de esos donde te entra mucha información y la debes ejecutar del mejor modo posible, te duele la cabeza pero tu calma y concentración son de otro mundo, has alcanzado un nivel Sennin que es el resultado de la unión armónica entre la energía natural, física y espiritual, jajaja ¡es cierto! había que hacerlo, imaginen arruinarlo todo, no, no, ¡imposible!. Después de tanta belleza, de casi no creer lo bonito que me estaba quedando, y lo mejor, yo lo había hecho solo viendo a Verónica. Se llego la hora, todas las alumnas habíamos terminado nuestra Osa Marinera, nuestro barco viejo lleno de azúcar y más galletas, eran como las 6:30pm yo estaba cansada pero muy feliz y totalmente satisfecha, con la escoliosis que me mata y mi sonrisa de oreja a oreja, agradecí personalmente a Verónica, nos tomamos unas fotos, me llevé mi DIPLOMA, agradecí a Lia y me fui a mi casa con mi obra de arte, me hubiese gustado contarles que aún tengo a mi Osa Marinera, pero afortunadamente en mi casa la comí después de que se empezó a ablandar, no iba a esperar a que se dañara y luego tirarla a la basura, así que sin pensarlo la inmortalice en unas cuantas fotos, luego la comí, y claro, la disfruté un ¡¡¡MONTÓN!!!.
Les comparto las fotos de aquél día.



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